El síndrome Apolo: Cuando todos los del equipo son muy inteligentes.
Un blog que lleva por título La Parálisis del Análisis ha tardado 4 años en citar a Belbin. Más grave es aún si tenemos en cuenta que el post más leído de este blog es el de Cranfield.
Pero intentaré resarcirme.
Un post anterior tenía el subtitulo de los profesores de universidad son unos desequilibrados y generó una desacostumbrada polémica. Uno llega a esa conclusión sobre todo gracias a la introspección. Pero también gracias a la observación. En realidad cualquier observación siempre es introspección porque una máxima que funciona es: “escúchate y verás cuanta razón tienes”
Pero hay un poco de teoría detrás de este tema de los profesores de universidad. Sobre todo cuando actúan en comandita. Belbin estudió en la década de los 80 el comportamiento de los equipos y describió los roles que los hacían funcionar eficientemente.
Un resultado curioso de sus trabajos es el denominado síndrome Apolo: la baja eficiencia de los equipos compuestos con los más inteligentes.
Como sabe cualquiera que haya estado en un grupo de estos cuando juntas a muchos gallos en el mismo corral es muy dificil pastorearlos. Entre otras cosas porque se pastorean las ovejas, no los gallos.
Algunas de las características que definen un grupo de estos: no toman decisiones por si acaso hay algo más que tener en cuenta, todos tienen siempre una idea mejor, son infalibles machacando las ideas de los demás, , y en general en el largo plazo no toman decisiones coherentes. De hecho el camino obvio es hacia la anarquía a través de la extrema autonomía.
Hay que destacar que Belbin detectó que cualquier observador externo aprendía de y se sorprendía con las interesantes cosas que salían en las discusiones de estos grupos. De hecho eso es lo que más interesante hace la vida en la universidad.
Hasta aquí todo normal, asumible y hasta interesante.
Pero, ¿qué ocurre en una sociedad donde todos sus miembros son cada vez más inteligentes (lo que mide el efecto Flynn)?
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