Terapia y diagnóstico: ¿podemos ir al médico equivocado?
El otro día me contaba Batiste que había ido al médico. Por fín! Pensé. Hace tiempo que lo veíamos más gordo, con cara de fatigado, siempre quejándose de que le dolían las rodillas, con dificultad para subir o bajar las escaleras…
Fue al doctor Templos. Un especialista en todo tipo de males.
Don Pablo, ese es el nombre de pila del médico, identificó el sobrepeso nada más verlo. El sobrepeso era el origen de sus problemas en las rodillas, de su cansancio crónico, de sus niveles de colesterol desequilibrados…
Uno a uno el doctor fue desgranando delante de Batiste todos sus males y sus síntomas. Cuando acabó de relatarlo le dijo que tenía la solución al problema.
Una solución dura pero efectiva. Una solución que iría directamente al origen del problema y que lo resolvería. Una solución por la que al mismo tiempo eliminaría el sobrepeso y le dejarían de doler las rodillas. Todo en una única votación (digo operación).
“Amputarle ambas piernas”.
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