¿Por qué nos negamos a explorar oportunidades de mejora?

Es obvio que cualquier organización (empresa, familia, club deportivo, o yo mismo como individuo) tiene oportunidades de mejora.

Oportunidad de mejora es un eufemismo para no tener que decir “problema”. Un eufemismo sano porque pone el foco en lo que se puede hacer mejor.

El “problema” de identificar oportunidades de mejora es que siempre es alguien de fuera quien nos lo hace ver. Para nosotros, nuestra situación es simplemente nuestro hogar,  nuestros hábitos, “nuestras manías”…

Por eso, si quieres mejorar, se suele recurrir a alguien externo que nos oriente. Que nos entienda y nos sugiera pequeñas cosas que nos hagan cambiar en nuestra organización.

Pero los problemas de organización, no sólo son difíciles de ver desde dentro. Lo más complicado es que la resolución de esos problemas suele requerir de los participantes para resolverlos.  Y estos en general no van a a estar a favor de cambiar.

Así que ejecutan  la defensa del statu quo colocando tres barreras prácticamente infranqueables:

La primera barrera suele echar fuera a muchos moscones: “no hay un problema“. Esta frase se puede expresar de muchas maneras, pero tiene el importante efecto de que avisa a los navegantes de que va a haber guerra.

Segunda barrera: “es un problema pero no podemos hacer nada por resolverlo“. Básicamente el interlocutor nos indica que el problema está fuera de sus manos así que bastante hago con sobrevivir a la situación. En muchos casos nos pondrán como ejemplo a consultores que ya lo intentaron, o señalarán con sus dedos hacia otro lado, para que el atacante desvíe la atención.

Sólo los valientes consiguen llegar a la tercera muralla: “Esa  que propones no es solución al problema“. Es el momento de comenzar a escuchar alternativas. Porque han admitido que hay problema, que lo tienen identificado y por eso no les gusta la solución. Pero no te fíes de ellas, porque es muy posible que en realidad, estén volviendo a levantar la primera muralla parcheando un indicador.

En esos casos comienzo a preguntarme,  ¿y si lo que yo llamo problema es en realidad la solución a algo mucho más grave?…

Me decía un amigo que si alguien te dice que su organización no tiene problemas, ¡ese es su problema!

En su versión políticamente correcta: “Si no tienes oportunidades de mejora, esa es tu principal oportunidad de mejora”




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