La gran distribución no es tan malvada (depende para quien).

Con el anterior título se publico en el El Economista una atículo el 22 de noviembre de 2012.

En el artículo no citan las fuentes que utilizan, asumamos que son razonablemente ciertas, dado que no son tan incoherentes como asumen los comentaristas de la noticia.

Cierto es que debiera haber un “disclaimer” diciendo quien ha pagado ese estudio que no publican, pero sí publicitan.

Me interesan sin embargo algunos conceptos:

  • Denomina distribución organizada a la “gran distribución”
  • Hablan de un reparto de costes (según ellos bien calculado) donde al productor le corresponde el 46%, la industria transformadora el 21%, la distribución logística 11%  y la “distribución organizada” el 20%. Supongo que imputan al productor los costes ligados a las mermas del producto. Es decir si para que un kilo de tomates sea comprado por un cliente hacen falta 2 kilos de tomates, es como si el precio de compra del tomate raiz hubiera sido el doble. Supongo porque no lo dicen.
  • Hablan de la distribución minorista como un regulado de precios frente a la volatilidad del mercado.
  • Que la distribución organizada ofrece servicios adyacentes (aparcamiento, cercanía, variedad…) que incrementan el valor.

Este último es quizá el aspecto más relevante y por donde se tendría que trabajar si el objeto de nuestro trabajo fuera desarrollar un “mercado alternativo”.




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